Wow! Cuando menos lo espero ya estamos a viernes y la próxima semana se estrena Cincuenta Sombras, digo es San Valentín. No se si sea la edad o que ya mi mamá no me da para los regalos de los novios (¡mentira! Yo siempre pagó cual Britney Spears enamorada), pero sí ando medio Grinch, sin embargo me dije a mi misma, Argel busca en Pinterest idea para tus lectoras, en eso estaba, indagando por cursilerias, cuando me pregunto, ¿en verdad me gustaría que me regalaran estos papelitos de corazón? No sé si sea que ya estoy entrando a los veintitantos y veo con ojos de madre que tiene que limpiarle el cuarto al chamaco, pero hay regalos que ya a esta edad como que no:
1. Cualquier cosa con post-its. Recuerdo que en mi adolescencia era lo máximo ver un carro cubierto de post-its, bueno era lo máximo ver que alguien tenía carro, la mayoría eramos clientes frecuentes de la ruta 10, pero cuando alguien aparecía con su carro ochentero tunneado lleno de post-its con mensajes de amor era wow! La envidia de la cuadra,su novia lo ama, la pareja perfecta, terminan a los dos meses, bye. A esta edad los post-its significan pegamento-ensúciame-el-carro-y-no-me-lo-vas-a-lavar. Idea maravillosa: debajo de esos post-its pon un nuevo carro.
2. Cartas. Mi yo adolescente estuviera en desvelo total escribiendo mil cartas para cada situación, no me juzguen, la idea está super creativa, pero ya cuando le pegas al chavorruco no es nada emocionante que tu galán te llegue con unas cartitas de corazones cuando tú invertiste toda tu quincena en perfume y lencería. Y para que no me digan heartless-bitch,en una relación madura se sabe inmediatamente cuándo y cómo apoyar a tu pareja, así que no se necesita de unas cartitas que intervengan.
3. Jarrón del amors. Are you fucking kidding me? Repito, de juventud YOLO, es lo más romántico que puedes restregarle a tus amigas, pero imagínate llegar al cafesito a tus treinta y decirles: Me regalo un jarrón con frases de por qué me ama. Les juro que yo diría, ¡Déjalo, amiga! Es psicópata maniacón. Sí, de esos que te dan ñañaras (escalofríos).
4. Contrato de confidencialidad. Una de las razones por las que no hubiera funcionado entre Christian Grey y yo es su contrato al inicio (JA! Ya les conté la historia porque leí los libros, lero lero, no amor, no soy infantil, no me llenes el carro de post its, please!) O sea, ¿qué no confía en mí? ¿Qué me va a hacer o qué? (Dijo algo emocionada) A esta edad estamos en busca de relaciones basadas en confianza y cualquier evento que suceda debe ser de mutuo acuerdo, o sea, imagínate entregarle tu tesoro sacrosanto a una celebridad y no poderlo postear en Instagram, no se vale.
5. Fundas o camisetas con sus caras. ¡Qué naco! Fin.
6. Cajitas. El peor de los regalos. En un mundo donde tus amigos de Facebook se comprometen cada 5 minutos, lo peor que te podría regalar tu novio es una cajita que parezca que tiene anillo, pero no lo trae. Sientes como tu boca se entre abre, tus manos suben a tu rostro, estás a punto de decir OMG, OMG, OMG! Cuando traz! lo abre y te muestra un corazón «tu y yo por siempre», ¡eso se dice con un solitario no con eso! Las joyas son bienvenidas, pero procura que la cajita sea un poco más grande.
La realidad es que San Valentín es una fecha para dar amor y no hay regalo malo, después de todo quien te lo dio lo hizo pensando en ti y el esfuerzo es lo que cuenta. Claro que si te pareció muy acertado mi post lo puedes compartir con tus amiguitos para que despistadamente se den cuenta.
Sígueme.
FACEBOOK . TWITTER . PINTEREST . INSTAGRAM . BLOGLOVIN’, ASK
SOY.TU.FAN.
Me gustaMe gusta
Y.YO.LA.TUYA jajajaj ;**
Me gustaMe gusta
Pingback: DIY: Letra collage | La rubia del pueblo