Frío que te golpea en la cara, tenerme que morder la lengua cuando mis alumnos me preguntan sobre Santa por no saber si destruyo sus sueños y me moquean toda y que por más que lo intente mi árbol de Navidad no quede como el de las tiendas departamentales es símbolo de que la Navidad se acerca.
Ok, olviden mi mood Grinch, aún no me entra el candil navideño, pero el fin de semana prometo irme al centro de la ciudad, comprarme unos churros con champurrado y juro que me entra la época, porque me entra. Aunque aún no traiga el espíritu navideño, hay algo que no lo requiere, pero que tiene que ver con las fechas… el intercambio.
¡No saben cuanto odio los intercambios!, si lo sabe DIOR que lo sepa el mundo. Y no me mientan, porque sé que entrar a un intercambio es algo que nos ha pasado y por lo menos una vez hemos hecho esta cara al recibir un obsequio:
o esta:
Y es que no falta la abuelita, la tía, la prima envidiosa, la mala amiga, la jefa, la compañera de trabajo o simplemente el hombre que no tenga idea de que te gusta y por lo tanto termine regalándote algo que CREE que te podría ser útil y que no puede fallar. De ese tipo de regalos hay miles, así que me di a la tarea de enlistar los peores y más comunes:
1. Bufanda. Útil sí, pero no tiene nada de especial. Es un «no supe que comprarte y a todo mundo le da frío». Las peores son las que tienen un hilo brilloso entrelazado.
2. Portarretratos. ¿Quién imprime fotos en estos tiempos? Para eso existe Facebook, Instagram y todas las redes sociales del mundo, para subir tus fotos, que les den Like y cuando crezcas ponerlas privadas y que nadie sepa que te operaste la nariz en tu juventud.
3. Chocolates. ¿No crees que si la gente quisiera atascarse de chocolates se los comprarían ellos mismos? A todos nos encantan los chocolates, pero nadie quiere sentir ese vacío después de terminártelos en dos segundos.
Yo soy fiel creyentes de la frase que dice «el que no habla, DIOR no lo oye», por lo tanto si quieres que te regalen algo, ¡dilo! Haz una wishlist de cosas que estén en el rango y publícala en tus redes sociales. Si es del trabajo y no tienes a alguien agregado, trata de esparcir el rumor de lo que quieres con frases tan disimuladas como estas:
«OH! ¡Como me gustaría un blazer de lentejuelas para invierno!»
«OH! Acabo de comprar unos botines negros, si tan sólo tuviera unos jeans burgundy que le combinaran»
«OH! Vi un phone case para iPhone genialísima… ¡Si tan sólo tuviera un iPhone!»
«Si les toqué en el intercambio, quiero una falda negra que vi en la boutique de la calle X, ya sabe la muchacha cual quiero y la talla, ustedes nada más vayan a pagarla»
Así de simple, ¿por qué nos complicamos todos la vida? Con esta guía de seguro cuando abran un regalo escucharán de fondo «My n*gga, my n*gga». Por si aún tienen dudas de qué es lo que le pueden regalar a una mujer en estos tiempos, aquí les dejo mi Wishlist que es muy comercial y aplicable a cualquier mujer que se respete a sí misma.
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XOXO,
A
Jajajajaja me encantó la frase del Iphone!!!!
Ojalá que te regalen algo que de verdad te guste y si no, pues siempre existe eso de reciclar el regalo, ¿qué no? Jajajaj 😉
Saludos Argel!!!! 😀
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Oh, es verdad. Nunca lo he puesto en práctica jajaja esperemos este año tampoco sea necesario.
Besos 😀
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jaja yo tmb ame lo del iphone!, padrisima la nota y super util!!
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Mil gracias Christina, qué bueno que te gustó. Debemos aplicarla jaja
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