Como se habrán dado cuenta cambié el nombre de mi blog, a lo mejor es algo tonto, porque desde el principio debí tenerlo bien pensado, pero como creo que más vale tarde que nunca decidí hacerlo ayer a altas horas de la madrugada.
El nombre anterior me gustaba, pero como que no me llenaba, por eso me entró la loquera por un nuevo nombre que me describiera tanto a mí como a lo que quería proyectar con mi blog y de ahí surgío «La rubia del pueblo», si quieren más explicaciones sobre por qué se me ocurrió píquenle aquí mero.
En fin, en eso de que buscaba tips para encontrar el nombre adecuado di con el blog Raising my rainbow y no saben lo wow! que sentí cuando leí que esta mamá había hecho un espacio en el que habla de cómo criar a un niño de 6 años que no está conforme con su género, o sea, con ser niño.
No quiero decir que en mi ranchito cuadrado seamos muy cerrados de mente, pero siento que algunas personas aún ponen el grito en el cielo cuando a un niño le gusta jugar con muñecas o una niña prefiere tener amiguitos hombres y jugar futbol que convivir con niñas. Por eso admiro tanto a las mamás que apoyan a sus hijos, los dejan encontrar su identidad desde chiquitos y los crían sin seguir los estereotipos de género que tanta discriminación han creado.
En mi caso, por ejemplo, recuerdo que me gustaba jugar con todo, carritos y Barbies, mis primos me decían «niña niño» cuando jugaba con carritos y eso que no lo hacía siempre. Pero ahora me imagino lo difícil que debió ser para mi hermanita desafiar los estereotipos y qué afortunada fue de tener a mi mamá a su lado defendiéndola a capa y espada de las criticonas.
Mi hermanita vestía jeans, botas vaqueras, camisa, tejana y hasta montaba caballos. Era hermosa (aún lo es) con cabello dorado hasta la cintura, que nunca quería traer suelto, por lo que siempre lo traía trenzado. En la escuela jugaba futbol y era la líder de los niños. Una tía siempre la criticaba por no ser «normal» y mi mamá sólo decía » si ella es feliz, yo soy feliz» y la vestía con camisas azules con tal de que mi tía pegara el grito en el cielo. Supongo que mi mamá pensaba que mi hermana sería lo que ella quisiera ser y si algún día decidía vestir de rosa, sería su decisión. Y, ¿qué creen? Fue como el cuento del patito feo, siempre con su cabello recogido y sus jeans, hasta que en la secundaria, se quiso maquillar, poner un vestido de encaje rosa y zapatillas. Nos dejó a todos con la boca abierta, ella siempre decidió y ahora que es adolescente no halló como hacerle para que no se ponga mi ropa. Su vida no es menos o más, es como la de cualquier persona y estoy segura que su infancia fue mejor que la de muchos de nosotros.
La verdad yo no conocía el termino de género inconforme o género creativo (me gustó el nombre) y pude identificar que siempre han existido niños así, incluso hijos de artistas como Shiloh, hija de Angelina Jolie y Brad Pitt, se viste como niño y hasta trae trae el pelo corto, pero la Jolie la defiende como mi mamá a mi hermana; mi opinión es, si una mujer que es de las artistas más famosas del mundo y siente tanto acoso por parte de la prensa puede aceptar que su niña prefiera vestir con jeans, playeras y jugar con carritos, ¿por qué algunas mamás se trauman por las críticas que le hacen a su hijo y buscan cambiarlo, llevarlo a psicólogo y hasta le tienen pavor a cualquier comportamiento fuera de lo «normal»?
Ustedes son las que deberían de ir al psicólogo, porque están poniendo malicia adulta donde no la hay… ¡son sólo niños! Que les guste un juguete o un tipo de ropa no quiere decir que son anormales, recuerden que la misma sociedad es la que ha decidido que es bueno o adecuado para los géneros y que un niño elija ser diferente, para mí es excelente, porque eso refleja que el pequeño tiene una personalidad bien marcada sobre lo que desea o no y eso es algo que a veces ni como adultos tenemos.
Dejemos de ser persinadas y de pegar el grito en el cielo por cuestiones de estereotipos, mejor inculquemos a nuestros hijos el amor y el valor de la tolerancia, el respeto a otros gustos y formas de pensar, aprendamos a enseñar las cosas positivas que nos hacen más humanos, en vez de enfocarnos en las apariencias. Can I hear an amen?
XOXO,
A
Les advertí que a veces me ponía profunda